No
soy persona de celebraciones navideñas ni de Semana Santa, ni nada
de eso... pero Halloween me encanta. Me fascina en qué ha
derivado una costumbre celta que emigró con los europeos a EEUU y
que finalmente ha vuelto al antiguo continente gracias a lo sensibles
que somos a todo lo que sale en las películas y las series. Y
qué le voy a hacer, si me gusta más un disfraz que a un tonto un
lápiz y son fan del género del terror.
Para mí,
Halloween tiene dos planes perfectos: 1. 1 Disfrazarse
e irse por ahí
2 Acomodarse
en el sofá y darse una buena sesión de adrenalina viendo pelis de
terror.
Y por
economía aunque más bien por edad, voy a a optar por la segunda.
Me voy a atrever a recomendaros una serie de películas que ni
son nuevas, ni son para masas, ni tienen sustos garrofón...pero que
creo que ciertamente tienen la cualidades suficientes para convencer
a cualquier público.
Suspiria,
de Dario Argento.
Todo da
miedo en esta película, te persiguen los colores, te persigue la
música te persigue todo lo que hay dentro de esa escuela de
bailarinas. Algunos la han llamado "la película de terror
más bella jamás filmada" y tienen razón.
El edificio en
el que transcurre el argumento es terriblemente hermoso, cada rincón,
cada detalle tiene una belleza sospechosa y esos colores tan intensos
en los que está rodada la película te recuerdan en cada momento que
lo que estás viendo no es para nada normal.
Siempre me
ha gustado el cine inglés porque la ambientación es practicamente
un personaje más de la película... Pero es que en esta película
italiana es el absoluto protagonista, esa escenografía maravillosa
te arrebata el corazón para llevárselo contigo al rincón más
oscuro del infierno mientras esa música te empuja escaleras abajo
para que el descenso sea más rápido.
Un clásico para unos
que puede ser un descubrimiento para otros.
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